lunes

Pensar en vos

no es

pensar en vos

es descubrir 

otras galaxias

quizás

otra dimensión

vivenciar

una avalancha

con su sinfonía

demencial

bailar

con los ojos cerrados

y que no importe

si están mirando

pero verte

un ratito

es perderme

y al fin

escribir.

Jayanta Roy

 

No pude evitar

dejarme cautivar

aunque dijiste ser

el abogado

pero sos

el diablo

y esa es

la mejor parte.

Zhenya Vesnina


 

miércoles

jueves

Oscureció
tan pronto
que apenas
pude ver
gracias al hueco 
ventana
del techo
ahí estaba
el verano
arrebol
explotando
en el cielo
con la paciencia
de una flor.
Me sentí
muy a gusto
nadando
como una flecha.

Así
me
sostengo

y

no

me

hundo.
Alain Laboile
A veces 
me doy cuenta
que son pocos
los vecinos
con los que 
me encuentro
conversando.
La mayoría
son felinos.
Kostas Kroustallis
Salí de casa
con el portazo
de los días
de viento
adentro,
con la fuerza 
siempre 
mal dirigida, 
siendo advertida
de inmediato 
por el estruendo
pronunciado 
por cada una
de las paredes.
Sergio Larrain
Es que el frío
es parte
de los placeres
que duelen
un poquito.
Josef Koudelka

El invierno 
no sólo trajo
el gris 
de algunos sueños,
las sorpresas
del sol
y olvido
también.
Desnudó
los árboles,
las promesas
y nos dejó
ver
lo que puede
haber
del otro lado.
Josef Koudelka

Eran pocas
mis amigas,
no jugaban
al básquet
quizás nunca
se atrevieron
a atajar penales,
pero se animan
a saltar al vacío
si es necesario,
a olvidar y bailar
con los ojos cerrados,
a decir que no
y que sea escuchado,
a correr
contra el viento helado,
a llorar
con motivos sobrados,
a soltar
los miedos clavados,
a conquistar
los cielos deseados.

Se atrevieron
a alejarse
si duele
a quedarse
si gusta
a mirar a los ojos,
a no dejarse
marchitar
a mimarse
un poquito más,
a jugarse
por todas las demás.

Ahora no solo atajan
lo que haya que atajar,
prenden fuegos
imposibles de apagar.

Y hacen historia,
construyen
allá en lo más hondo,
en la consciencia
y saben
que todavía
tenemos mucho
que ganar.
Alessandra Sanguinetti

miércoles

El horizonte
eran las ganas
era el vino
la hora justa
el cielo conquistado
espalda donde trepo
icinerando el tiempo
abandonando el silencio
en medio de la noche
que brilla en una pupila
despierta
el horizonte era
mano tendida al suelo
un espejo de duelos
un corazón a contramarcha
un pájaro que ya no respira
una rama caída
en el rincón
donde yo siempre
tenía razón
era la fábula escondida
entre los dientes de león
y tus sábanas 
siempre enfriando los pies
era el abrazo del bosque
la madera encendida
era el charquito
espejando el sol 
cayendo
era llegar 
hasta arriba
arriba del todo
de la última piedra
de todo andar
del último recoveco
del cabo 
del mar
del continente 
nuestro
era llegar 
siempre latiendo
con el viento
adentro
era
amar.
Elliott Erwitt

viernes

Y en la casa 
me encontré 
en la soledad 
de las cajas 
de cartón 
vacías. 
El cúter en la mesa 
y un papel que dice 
"urgente" 
es todo el decorado 
del mantel de hoy. 
Ya no hay más 
jabón de coco 
para las manos 
ya no hay más 
espejos
del pasado 
el agua quedó 
en el suelo estancada 
tu ropa quedó 
en todas partes arrugada 
y yo me quedé 
sin poder decir nada.
Henri Cartier Bresson

lunes

Eclipse maldito

Has de enterrar
Estos huesos
Sin que te vea,
Acunar
Estas ganas
De paracaídas,
Cuestionar
El tiempo
Que decido
Quedarme
Perdonar
El cielo
Que decido
Incendiarme

Y volver 
A quedarme.

Apresar
Este hueco
Hasta matarlo
Cuanto antes
Derrotar 
Hasta la luna
Para poder
Encontrarme
Infinita
Laguna
Espejo quebrado
Dos partes
Y la bruma
Aquí 
De este lado.

Acurrucar
El tiempo 
Sin querer
Largarlo

Perdiste
Una vez
Perdiste dos
No pierdas
Tres.
Maéva Lecoq

jueves

Y la luna
que se apagaba
en su dolor
que se hamacaba
entre la rabia 
y la canción 
que se empapó
de rojo
y bandoneón
de tan rojo
y corazón 
en el cielo
se perdió.
Elliot Erwitt


domingo

Quiero contarte 
que volví a fumar. 
Que ya no aguanto 
más el sol 
en la ventana 
y que no duermo 
más de media hora. 
Que tengo sueños 
en los que intercalo 
deseos, 
gente que quiero 
y a veces horribles 
pensamientos. 
Pero esas personas 
ya no las veo. 
Quiero contarte, 
que cada noche 
me sacuden 
unas ganas malditas 
de beber, 
a veces hay vino 
que se termina derramando 
producto de alguna torpeza. 
Que mi angustia 
ya no se llama 
más angustia 
pero tampoco 
sé cómo. 
Que los grillos 
que amaba 
hoy son sólo 
un agregado más 
del paisaje nocturno. 
Que me detesto 
por haberme dejado 
de sorprender 
por las pequeñas cosas, 
y por haber perdido 
todos los rounds 
con la asquerosa ansiedad 
que hoy carcome 
mis entrañas. 
Que las palabras 
se queman 
en mi garganta 
pero no pueden salir 
si no es hechas lágrima. 
Que me arrepiento 
cada vez más 
de las cosas que hago, 
y eso hizo 
un nido de espinas 
en algún lugar 
a la izquierda 
de mi pecho. 
Quiero contarte, 
que pese a todo eso, 
ayer me enamoré 
al pasar, 
y parece que también 
se enamoraron conmigo. 


Autor/a desconocido/a

En este racimo
de soledad
donde ni siquiera
aprendí
a esperar
canta
un pichón
de gorrión
y se deshoja 
por fin
el mundo
pluma por pluma
sin comprender
corazón
que ya es de noche
una vez más
y ya no hay
más risas
y ya no hay
más que llorar
y ya derramamos
todo el vino
y la canción
que querías
quedó
sin cantar.