El hemisferio izquierdo está presentando fallas ruidosamente tectónicas insufriblemente nucleares.
Fotografía propia
miércoles
Aquí no muere tanto la luna, aquí te digo que sí podés, que vale la pena el vuelo del pájaro la hora de retraso la mañana despacio y todo lo que hoy duele.
Sarmistha Bera
Somos
tan
breves
me dijo
y con su mirada
guardó una promesa
allá en el mar.
Jeffrey Conley
Pasos largos
mirada fija
en un punto
que nunca
conocí.
Tus piernas
se apuran
más
que el reloj.
¿Qué buscan
dejar
atrás?
Toda
esa urgencia
se dibujó
en este suelo
sin lluvia
en este
empeño
sin dormir
este cielo
desigual
este surco
que no pedí.
Federico Feliciotti
jueves
Oscureció
tan pronto
que apenas pude ver
gracias al hueco
ventana
del techo ahí estaba
el verano arrebol
explotando en el cielo
con la paciencia
de una flor.
Me sentí
muy a gusto
nadando
como una flecha.
Así me sostengo
y no me hundo.
Alain Laboile
A veces
me doy cuenta
que son pocos
los vecinos
con los que
me encuentro
conversando.
La mayoría
son felinos.
Kostas Kroustallis
Salí de casa
con el portazo
de los días
de viento
adentro,
con la fuerza
siempre
mal dirigida,
siendo advertida
de inmediato
por el estruendo
pronunciado
por cada una
de las paredes.
Sergio Larrain
Es que el frío
es parte
de los placeres
que duelen
un poquito.
Josef Koudelka
El invierno
no sólo trajo
el gris
de algunos sueños,
las sorpresas
del sol
y olvido también.
Desnudó los árboles,
las promesas
y nos dejó ver
lo que puede haber del otro lado.
Josef Koudelka
Eran pocas
mis amigas,
no jugaban
al básquet
quizás nunca
se atrevieron
a atajar penales,
pero se animan
a saltar al vacío
si es necesario,
a olvidar y bailar
con los ojos cerrados,
a decir que no
y que sea escuchado,
a correr
contra el viento helado,
a llorar
con motivos sobrados,
a soltar
los miedos clavados,
a conquistar
los cielos deseados.
Se atrevieron
a alejarse
si duele
a quedarse
si gusta
a mirar a los ojos,
a no dejarse
marchitar
a mimarse
un poquito más,
a jugarse
por todas las demás.
Ahora no solo atajan
lo que haya que atajar,
prenden fuegos
imposibles de apagar.
Y hacen historia,
construyen
allá en lo más hondo,
en la consciencia
y saben
que todavía
tenemos mucho que ganar.
Alessandra Sanguinetti
miércoles
El horizonte eran las ganas era el vino la hora justa el cielo conquistado espalda donde trepo icinerando el tiempo abandonando el silencio en medio de la noche que brilla en una pupila despierta el horizonte era mano tendida al suelo un espejo de duelos un corazón a contramarcha un pájaro que ya no respira una rama caída en el rincón donde yo siempre tenía razón era la fábula escondida entre los dientes de león y tus sábanas siempre enfriando los pies era el abrazo del bosque la madera encendida era el charquito espejando el sol cayendo era llegar hasta arriba arriba del todo de la última piedra de todo andar del último recoveco del cabo del mar del continente nuestro era llegar siempre latiendo con el viento adentro era amar.
Elliott Erwitt
viernes
Y en la casa
me encontré
en la soledad
de las cajas
de cartón
vacías.
El cúter en la mesa
y un papel que dice
"urgente"
es todo el decorado
del mantel de hoy.
Ya no hay más
jabón de coco
para las manos
ya no hay más
espejos
del pasado
el agua quedó
en el suelo estancada
tu ropa quedó
en todas partes arrugada
y yo me quedé
sin poder decir nada.
Henri Cartier Bresson
lunes
Eclipse maldito Has de enterrar Estos huesos Sin que te vea, Acunar Estas ganas De paracaídas, Cuestionar El tiempo Que decido Quedarme Perdonar El cielo Que decido Incendiarme Y volver A quedarme. Apresar Este hueco Hasta matarlo Cuanto antes Derrotar Hasta la luna Para poder Encontrarme Infinita Laguna Espejo quebrado Dos partes Y la bruma Aquí De este lado. Acurrucar El tiempo Sin querer Largarlo Perdiste Una vez Perdiste dos No pierdas Tres.
Maéva Lecoq
jueves
Y la luna que se apagaba en su dolor que se hamacaba entre la rabia y la canción que se empapó de rojo y bandoneón de tan rojo y corazón en el cielo se perdió.
Elliot Erwitt
domingo
Quiero contarte que volví a fumar. Que ya no aguanto más el sol en la ventana y que no duermo más de media hora. Que tengo sueños en los que intercalo deseos, gente que quiero y a veces horribles pensamientos. Pero esas personas ya no las veo. Quiero contarte, que cada noche me sacuden unas ganas malditas de beber, a veces hay vino que se termina derramando producto de alguna torpeza. Que mi angustia ya no se llama más angustia pero tampoco sé cómo. Que los grillos que amaba hoy son sólo un agregado más del paisaje nocturno. Que me detesto por haberme dejado de sorprender por las pequeñas cosas, y por haber perdido todos los rounds con la asquerosa ansiedad que hoy carcome mis entrañas. Que las palabras se queman en mi garganta pero no pueden salir si no es hechas lágrima. Que me arrepiento cada vez más de las cosas que hago, y eso hizo un nido de espinas en algún lugar a la izquierda de mi pecho. Quiero contarte, que pese a todo eso, ayer me enamoré al pasar, y parece que también se enamoraron conmigo.